No siempre es necesario tener un medicamento a la mano para hacer sentir mejor a tus hijos durante un resfriado y eso lo saben las abuelitas que además de darnos mucho amor nos consienten con recetas deliciosas para levantar cualquier malestar menor, solo recuerda aunque tengamos estos secretos ancestrales tenemos que poner atención si los síntomas no tienen mejoría o sospechas que puede ser algo más complicado.
Té de canela con limón y miel.
El limón contiene vitamina C y minerales como el potasio esencial para el equilibrio orgánico, la canela ayuda con problemas estomacales y es antimicrobiana debido a su alto contenido en fenol, además cuentan las abuelitas que la canela es caliente por lo que ayuda a todos los temas de enfermedades por frialdad y la miel natural además de ser un alimento extraordinario ayuda para el alivio de infecciones, tiene poder antiviral, combate tos, fiebre y dolor de garganta. Prepara un té con la canela, exprime 1 limón y endulza con miel, ofrécelo a tus hijos tibio o caliente.
Gárgaras de agua con bicarbonato.
El bicarbonato de sodio es un excelente antiséptico, reduce los cuadros alérgicos y secreciones que causan las molestias del resfriado. Mezcla 1 cucharada de bicarbonato en un vaso con agua y realiza gárgaras durante un par de minutos, repite las gárgaras un par de veces y notarás la diferencia.
Jarabe de rábano
El rábano con limón y miel es un remedio muy efectivo para tratar la tos seca. Se le considera una bomba de nutrientes que actúa aumentando las defensas de nuestro cuerpo. Solo tienes que licuar los ingredientes con un poco de agua y tomar un par de cucharadas tres veces al día o cuando sientas la garganta muy seca.
Cebolla para la fiebre
La cebolla contiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a bajar la temperatura del cuerpo y la restaura a su nivel normal. Corta una cebolla entera en rodajas y frota con dos o tres piezas los pies de tu hijo durante unos minutos. Repite al menos dos veces al día para reducir la fiebre.
Sopa de pollo
La sopa de pollo es el remedio mágico de mamás y abuelitas, creo que sin temor a equivocarme, todos en alguna ocasión hemos sido consentidos con la típica sopa de pollo cuando estamos agripados o en cama y esto es porque verdaderamente te hace sentir mejor ya que reduce la congestión, lubrica la garganta, alivia la congestión y es un perfecto coctel de nutrientes que te ayudan a sanar más rápido.