)Esta historia me la contó mi abuela que vive en Guanajuato en un pueblito llamado Santa Cruz de Gamboa. Ella dice que hace ya mucho tiempo se enteró de un suceso que a muchos dejó con la boca abierta y con las puertas bien cerradas.
Esto pasó en Tlalpujahua, Michoacán. Había un matrimonio que tenía muchos hijos y ya no quería tener más; aun así, la señora quedó embarazada. Su esposo, al darse cuenta del embarazo, se molestó y lo comentó con unos amigos.
En la casa de mi tía espantan. Ya han pasado varios acontecimientos con diferentes personas que aseguran los hechos. Dicen que mi abuela murió un día que no había nadie en casa más que uno de mis primos. Sin embargo, conforme pasa el tiempo se han encontrado otras razones de que en esa casa espanten.
No siempre es necesario tener un medicamento a la mano para hacer sentir mejor a tus hijos durante un resfriado y eso lo saben las abuelitas que además de darnos mucho amor nos consienten con recetas deliciosas para levantar cualquier malestar menor, solo recuerda aunque tengamos estos secretos ancestrales tenemos que poner atención si los síntomas no tienen mejoría o sospechas que puede ser algo más complicado.
Cuando yo era pequeña, veía la televisión en blanco y negro mientras otras niñas en la escuela me contaban de las maravillas de la televisión a color, mi abuela sonrió y me dijo; al menos tienes televisión, en mis tiempos solo podíamos escuchar radionovelas mientras bordábamos, planchábamos, doblábamos ropa, tejíamos y muchas cosas más.
En mi familia se dice que los muertos de la familia nos cuidan siempre, y que a veces nos visitan para que sepamos que siguen acompañándonos. Como ejemplo de esto, cuentan que la mamá de mi abuelo Jorge visitó a su familia una Navidad. Dicen que hace alrededor de veinte años estaba toda la familia reunida en casa de mis abuelos para celebrar la Nochebuena.